Un ataque de autenticación rota ocurre cuando los ciberdelincuentes explotan vulnerabilidades en el proceso de autenticación de un sistema para obtener acceso no autorizado a datos sensibles o cuentas. Los mecanismos de autenticación, como las credenciales de inicio de sesión o los tokens de sesión, se ven comprometidos, permitiendo a los atacantes hacerse pasar por usuarios legítimos.
Los ataques de autenticación rota pueden adoptar diferentes formas, ya que los ciberdelincuentes emplean varias técnicas para explotar las vulnerabilidades de autenticación. Los tres métodos principales utilizados en los ataques de autenticación rota son:
En los ataques de relleno de credenciales, los ciberdelincuentes aprovechan la tendencia de los usuarios a reutilizar contraseñas en varios sitios web. Utilizan herramientas automatizadas para introducir combinaciones de nombre de usuario y contraseña robadas en numerosos sitios con la esperanza de que algunas de las credenciales sean válidas. Si un usuario reutiliza inadvertidamente una combinación de nombre de usuario y contraseña comprometida, el atacante obtiene acceso no autorizado a su cuenta. Para prevenir el relleno de credenciales, es crucial que los usuarios adopten contraseñas únicas para cada sitio web que utilicen.
El secuestro de sesión es otro método común empleado en los ataques de autenticación rota. Los atacantes interceptan y utilizan tokens de sesión, que son identificadores únicos asignados a los usuarios durante el proceso de inicio de sesión, para obtener acceso no autorizado a la cuenta de un usuario. Al eludir el proceso de inicio de sesión, los ciberdelincuentes pueden hacerse pasar por usuarios legítimos sin necesitar sus credenciales de inicio de sesión. Para mitigar el riesgo de secuestro de sesión, es esencial implementar medidas como el uso de Seguridad de la Capa de Transporte (TLS) para cifrar los tokens de sesión y regenerar frecuentemente los identificadores de sesión.
Los ataques de fuerza bruta implican que los atacantes utilicen programas automatizados para intentar sistemáticamente todas las combinaciones posibles de contraseñas hasta encontrar la correcta. Al intentar repetidamente diferentes combinaciones de contraseñas, los ciberdelincuentes explotan contraseñas débiles que los usuarios emplean para sus cuentas. Para combatir los ataques de fuerza bruta, las organizaciones deben imponer políticas de contraseñas fuertes que requieran que los usuarios creen contraseñas complejas y únicas. Además, implementar mecanismos que limiten el número de intentos de inicio de sesión puede ayudar a mitigar el riesgo de ataques de fuerza bruta.
Para mitigar el riesgo de ataques de autenticación rota, las organizaciones y los individuos deben considerar la implementación de las siguientes medidas preventivas:
La autenticación multi-factor (MFA) agrega una capa adicional de seguridad al proceso de autenticación. Requiere que los usuarios proporcionen dos o más piezas de evidencia para verificar su identidad. Esto puede incluir algo que el usuario sabe (e.g., una contraseña), algo que el usuario tiene (e.g., un dispositivo móvil con un código de un solo uso), o algo que es el usuario (e.g., datos biométricos). Al implementar MFA, incluso si un atacante logra obtener las credenciales de un usuario, aún necesitaría el factor de autenticación adicional para obtener acceso no autorizado.
Las políticas de contraseñas fuertes son esenciales para protegerse contra los ataques de fuerza bruta. Las organizaciones y los individuos deben requerir que los usuarios creen contraseñas complejas que sean difíciles de adivinar o descifrar. Las contraseñas deben ser una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Además, se debe alentar a los usuarios a cambiar las contraseñas regularmente y evitar reutilizar contraseñas antiguas.
Para mitigar el riesgo de secuestro de sesión, es crucial configurar las sesiones para que expiren después de un período específico de inactividad. Al invalidar las sesiones, disminuye la oportunidad de que un atacante utilice tokens de sesión interceptados. Las organizaciones deben implementar mecanismos que exijan a los usuarios volver a autenticarse después de un cierto período de tiempo o inactividad para protegerse contra el acceso no autorizado.
Implementar limitaciones en los intentos de inicio de sesión puede ayudar a mitigar el riesgo de ataques de fuerza bruta. Al implementar mecanismos que bloqueen o retrasen más intentos de inicio de sesión después de un cierto número de intentos fallidos, las organizaciones pueden protegerse contra programas automatizados que intenten adivinar contraseñas de manera sistemática. Además, las organizaciones deben monitorear y registrar los intentos de inicio de sesión fallidos para identificar patrones de ataque potenciales y tomar las acciones apropiadas cuando sea necesario.
Siguiendo estos consejos de prevención, las organizaciones y los individuos pueden reducir significativamente el riesgo de ser víctimas de un ataque de autenticación rota.