Un punto de acceso no autorizado (RAP, por sus siglas en inglés) se refiere a un punto de acceso inalámbrico (WAP) no autorizado que ha sido instalado de manera encubierta dentro del perímetro de una red sin el consentimiento del administrador de la red. Típicamente, puede ser una iniciativa de un empleado ignorante que busca obtener acceso inalámbrico conveniente o de un actor malicioso con intenciones nefastas. Los puntos de acceso no autorizados representan una amenaza considerable para la integridad, confidencialidad y disponibilidad de los datos en la red, ya que crean una puerta trasera para el acceso no autorizado a la red.
Los puntos de acceso no autorizados están diseñados para imitar la apariencia y función de los puntos de acceso inalámbricos legítimos. Este diseño engañoso tiene como objetivo:
Estos puntos de acceso pueden ser tan simples como un router inalámbrico comprado y conectado a un puerto de red existente por parte de un empleado desinformado o tan sofisticados como un dispositivo instalado de manera encubierta por un hacker en proximidad a la red objetivo.
Los puntos de acceso no autorizados elevan los riesgos de amenazas cibernéticas al:
Para protegerse contra los riesgos que representan los puntos de acceso no autorizados, las instituciones deben emplear una estrategia de seguridad multifacética que incluya:
Los administradores de red juegan un papel crucial en la prevención de la amenaza de los puntos de acceso no autorizados. Aquí hay algunos pasos prácticos:
Los puntos de acceso no autorizados son solo un componente en el amplio espectro de desafíos de ciberseguridad que enfrentan las redes modernas. Entender las amenazas relacionadas puede proporcionar una estrategia de defensa holística:
Ataque de Hombre en el Medio (MitM): Este ataque subraya las potenciales consecuencias de los puntos de acceso no autorizados, ya que los atacantes pueden explotarlos para llevar a cabo operaciones MitM, interceptando y manipulando comunicaciones.
Sistema de Detección de Intrusiones Inalámbricas (WIDS): Los WIDS son vitales para identificar puntos de acceso no autorizados y otras actividades anómalas dentro de una red inalámbrica, reforzando los mecanismos de defensa de la red.
En la era digital, donde la demarcación entre los ámbitos físico y virtual de un negocio se vuelve cada vez más difusa, la importancia de asegurar la infraestructura de red inalámbrica no puede subestimarse. Los puntos de acceso no autorizados representan una vulnerabilidad crítica dentro de esta infraestructura, presentando riesgos significativos para la integridad y privacidad de los datos. La mitigación efectiva de estos riesgos requiere una combinación de soluciones tecnológicas, políticas rigurosas e iniciativas de concienciación. A medida que la complejidad de las amenazas cibernéticas evoluciona, también deben evolucionar nuestras estrategias para proteger nuestros ecosistemas digitales.