La deuda técnica es un concepto en el desarrollo de software que se refiere al costo implícito de trabajo adicional causado por elegir una solución fácil o rápida ahora en lugar de usar un enfoque mejor que tomaría más tiempo. Asumir deuda técnica puede resultar en problemas a largo plazo, como un proceso de desarrollo más lento, un aumento en los errores de software y dificultad para implementar nuevas características o adaptarse a los cambios.
La deuda técnica surge de prácticas de codificación apresuradas y atajos tomados por los desarrolladores para cumplir con los plazos del proyecto o lograr victorias rápidas. Estos atajos pueden incluir omitir pruebas unitarias, evitar la refactorización o descuidar la documentación adecuada. Si bien pueden proporcionar soluciones inmediatas, crean problemas a largo plazo que deben abordarse. A continuación se presentan algunas formas comunes en las que opera la deuda técnica:
Las prácticas de codificación apresuradas contribuyen a la deuda técnica al sacrificar la calidad por la velocidad. Los desarrolladores pueden omitir pasos importantes, como escribir pruebas unitarias completas, debido a restricciones de tiempo o presión para entregar resultados rápidamente. Esto puede llevar a la introducción de errores de software y dificultar la identificación y solución de problemas en el futuro.
En algunos casos, los desarrolladores pueden implementar soluciones temporales para satisfacer necesidades inmediatas o plazos. Estas soluciones rápidas a menudo no son el enfoque más óptimo, ya que no consideran la escalabilidad, mantenibilidad o rendimiento a largo plazo. En lugar de invertir tiempo en diseñar una solución robusta y eficiente, los desarrolladores optan por un atajo que aborda el requisito inmediato pero que añade a la deuda técnica.
La documentación adecuada es esencial para entender y mantener el código. Sin embargo, bajo presión de tiempo, los desarrolladores pueden descuidar la documentación efectiva de su trabajo. La documentación insuficiente no solo hace más difícil para otros desarrolladores entender y trabajar con el código, sino que también impide la capacidad de identificar y abordar problemas o mejoras potenciales en el futuro.
Prevenir la deuda técnica requiere un enfoque proactivo y un compromiso para mantener altos estándares de calidad de código y gestión de proyectos. Aquí hay algunos consejos para prevenir la acumulación de deuda técnica:
Implementar una cultura de revisiones de código y programación en parejas puede contribuir en gran medida a reducir la deuda técnica. Las revisiones de código permiten a los desarrolladores proporcionar retroalimentación en el trabajo de los demás, asegurando que el código cumpla con los estándares de calidad y no introduzca complejidad innecesaria o deuda técnica. La programación en parejas fomenta la colaboración y el intercambio de conocimientos, minimizando las posibilidades de atajos o prácticas de codificación apresuradas.
La refactorización es el proceso de reestructurar el código existente sin cambiar su comportamiento externo. Es una práctica esencial para abordar la deuda técnica. Al refactorizar regularmente el código, los desarrolladores pueden mejorar su diseño, legibilidad y mantenibilidad, reduciendo la probabilidad de errores y otros problemas en el futuro. Priorizar la refactorización como parte del proceso de desarrollo asegura que la deuda técnica se aborde continuamente en lugar de ser empujada a un lado.
La documentación juega un papel crucial en entender y mantener el código. Ayuda a los desarrolladores a entender el propósito y la funcionalidad de los diferentes componentes, facilitando el trabajo con la base de código y su modificación. Al mantener una documentación completa, los desarrolladores pueden reducir las posibilidades de acumular deuda técnica debido a la falta de comprensión o mala comunicación.
A continuación se presentan algunos términos relacionados que pueden mejorar aún más su comprensión de la deuda técnica: