En el pasado, dependíamos del teléfono y del correo para transmitir la comunicación, y hoy, con la llegada del ordenador, dependemos de Internet para transmitir todo tipo de información y datos. Lo que hacía posible que el cartero entregara el correo correcto a los destinatarios correctos era que se diera la dirección correcta.
Para que dispositivos como ordenadores y dispositivos móviles se conecten a internet, necesitan que se les proporcione su dirección única, con miles de millones de ellos conectados a internet hoy en día, seguramente debería haber una forma de identificar cuál es cuál.
Nuestros aparatos llevan una serie única de números que los hacen identificables ante otros aparatos con los que se comunican a través de Internet, esta identidad se denomina Dirección de Protocolo de Internet (IP add).
Las direcciones IP se enrutan a partir del protocolo de Internet. Nuestro proveedor de servicios de Internet es el que da a nuestros dispositivos una dirección IP para garantizar que la información se envía y recibe por las partes correctas. El formato de la adición IP se divide en dos: un ID de red para identificar la red del host, y un ID de host para identificar de forma única al host en esa red concreta.
Para garantizar que las redes utilizan los bits de la dirección IP para el ID de red y el ID de host de forma eficaz y según sus necesidades, se introdujeron clasificaciones que se definieron como sigue:
No pueden revelar tu nombre, edad u otra información confidencial, pero sí pueden revelar tu ubicación, hasta la ciudad en la que te encuentras, el nombre de tu proveedor de servicios de Internet (ISP) y su código de área. La información que proporcionan no es necesariamente tu información personal, sino más bien información relativa a la red a la que estás conectado.
Aunque las direcciones IP no pueden revelar abiertamente información personal, un pirata informático experto puede utilizar la información que revela para seguir tu actividad en Internet y averiguar quién es esa persona. Esto por sí solo presenta amenazas y riesgos de seguridad considerables que no deberías ignorar. Los hackers podrían instalar todo tipo de software malicioso, como malware, para detener tu dispositivo y arrebatarte el control del mismo.
Una forma eficaz y sencilla de proteger tu dirección IP de terceros es utilizar un servicio VPN. Una VPN hace que tu actividad en línea no sea identificable, y lo consigue utilizando la encriptación. También puede cambiar completamente tu dirección IP, situando efectivamente tu geolocalización en un lugar distinto de donde accedes a Internet.
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