La Compartición de Recursos de Origen Cruzado (CORS) es una función de seguridad vital implementada por los navegadores web para controlar el acceso a los recursos entre diferentes aplicaciones web en distintos dominios. Establece un mecanismo para que el navegador determine si una aplicación web tiene permitido acceder a los recursos de un origen diferente. Este concepto de seguridad busca evitar interacciones potencialmente dañinas entre orígenes mientras permite solicitudes legítimas de origen cruzado.
La Política de Origen Común, que es una medida de seguridad fundamental, evita que las páginas web realicen solicitudes a un origen diferente para obtener datos sensibles. Sin embargo, CORS ofrece un enfoque más flexible al especificar qué aplicaciones web tienen permitido acceder a los recursos en otros dominios. Agrega una capa adicional de seguridad y control para proteger contra el acceso no autorizado mientras facilita la comunicación legítima entre orígenes.
Cuando una página web realiza una solicitud para un recurso en un dominio diferente, el navegador web verifica si el dominio de destino tiene políticas CORS apropiadas. Estas políticas consisten en cabezales HTTP específicos que indican qué orígenes tienen permitido acceder a los recursos. Estos cabezales están incluidos en la respuesta del servidor al navegador.
Si la respuesta incluye los encabezados CORS necesarios y la política permite la solicitud, el navegador permite la interacción de origen cruzado y la respuesta se devuelve a la página web solicitante. Esto permite que la aplicación web acceda sin problemas a los recursos solicitados de un origen diferente.
Por otro lado, si la respuesta no incluye los encabezados CORS requeridos, o si la política no permite la solicitud, el navegador bloquea la interacción. Esto evita el acceso no autorizado a los recursos y protege contra posibles riesgos de seguridad.
Para asegurar una compartición de recursos de origen cruzado segura y controlada, los desarrolladores web deben seguir estas mejores prácticas:
Implementar Políticas CORS Adecuadas: Los desarrolladores web deben configurar sus servidores para incluir los encabezados CORS apropiados en la respuesta. Estos encabezados especifican qué orígenes tienen permitido acceder a los recursos. Al establecer correctamente las políticas CORS, los desarrolladores pueden asegurar que solo las aplicaciones web autorizadas puedan realizar solicitudes de origen cruzado.
Restringir Acceso: Es crucial restringir el acceso a los recursos en el servidor permitiendo solo orígenes específicos. Al permitir el acceso solo desde orígenes de confianza, los desarrolladores web pueden evitar solicitudes de origen cruzado no autorizadas y el acceso no autorizado a información sensible.
Usar Credenciales con Moderación: Es recomendable usar credenciales, como cookies o información de autenticación HTTP, con moderación en solicitudes de origen cruzado. Si la aplicación web no requiere estas credenciales para la solicitud, se recomienda no incluirlas. Esto reduce el riesgo de exponer información sensible a entidades no autorizadas.
Siguiendo estos consejos de prevención, los desarrolladores web pueden asegurar la implementación segura de CORS y proteger sus aplicaciones web de posibles amenazas de seguridad.
Política de Origen Común: La Política de Origen Común es una medida de seguridad que evita que las páginas web realicen solicitudes a un origen diferente para obtener datos sensibles. Mejora la seguridad de las aplicaciones web al limitar la compartición de recursos entre orígenes.
Scripting entre Sitios (XSS): El Scripting entre Sitios es un tipo de vulnerabilidad de seguridad en la que los atacantes inyectan scripts maliciosos en páginas web. Estos scripts pueden ejecutarse en los navegadores de otros usuarios que visitan las páginas web afectadas, potencialmente explotando la confianza que una aplicación web tiene hacia un usuario específico.
Falsificación de Solicitudes entre Sitios (CSRF): La Falsificación de Solicitudes entre Sitios es un ataque donde un sitio web malicioso fuerza al navegador de un usuario a enviar solicitudes no autorizadas a una aplicación web con la que el usuario ya está autenticado. Este ataque aprovecha la confianza y autorización del usuario con la aplicación web objetivo.