El archivado, en el contexto de la ciberseguridad, se refiere al proceso de almacenar y gestionar de forma segura datos e información histórica para mitigar riesgos, asegurar el cumplimiento regulatorio y facilitar referencias futuras o fines legales.
El archivado implica el almacenamiento de datos antiguos en una ubicación segura y separada, aliviando la carga en los sistemas de almacenamiento primario. El proceso generalmente incluye los siguientes pasos:
Selección: Las organizaciones determinan qué datos archivar basándose en factores como políticas de retención, requisitos de cumplimiento y necesidades empresariales. Esto puede incluir correos electrónicos, archivos y comunicaciones que contengan información sensible, como registros financieros, detalles de clientes y transacciones comerciales.
Compresión: Para optimizar la eficiencia del almacenamiento, las herramientas de archivado suelen comprimir los datos antes de almacenarlos. Esto reduce el espacio de almacenamiento requerido mientras se mantiene la integridad de la información.
Indexación: Las herramientas de archivado indexan los datos archivados, creando una estructura organizada que permite una recuperación y gestión eficientes. La indexación permite una búsqueda rápida y recuperación de registros o archivos específicos cuando sea necesario.
Almacenamiento Seguro: Los datos archivados se almacenan en una ubicación segura, protegidos contra el acceso no autorizado, pérdida de datos o corrupción. La infraestructura de almacenamiento puede incluir sistemas redundantes, encriptación, controles de acceso y mecanismos de respaldo para asegurar la disponibilidad e integridad de los datos.
El archivado ofrece varios beneficios a las organizaciones, incluyendo:
Cumplimiento Normativo: El archivado ayuda a las organizaciones a cumplir con los requisitos legales, industriales y regulatorios para la retención de datos. Al almacenar y gestionar de forma segura datos históricos, las organizaciones pueden demostrar cumplimiento durante auditorías o procedimientos legales.
Mitigación de Riesgos: Al preservar datos históricos, las organizaciones pueden mitigar los riesgos asociados con la pérdida de datos, modificación accidental o maliciosa, y la corrupción de datos. El archivado proporciona un mecanismo de respaldo y recuperación, asegurando la disponibilidad e integridad de la información crítica.
Optimización del Almacenamiento: El archivado reduce la carga en los sistemas de almacenamiento primario trasladando datos más antiguos y menos frecuentemente accesados al almacenamiento a largo plazo. Esto ayuda a optimizar los recursos de almacenamiento y mejora el rendimiento del sistema.
Eficiencia de Costos: El archivado puede reducir los costos asociados con el almacenamiento de grandes cantidades de datos en sistemas de almacenamiento primario costosos. Al mover datos menos críticos a soluciones de almacenamiento rentables, las organizaciones pueden ahorrar en infraestructura de almacenamiento y costos operativos asociados.
Para asegurar un archivado efectivo y seguro, las organizaciones deben seguir estas mejores prácticas:
Definir y Revisar Políticas de Archivado: Establecer políticas y directrices claras para el archivado de datos, incluidas las periodos de retención, tipos de datos a archivar y requisitos de cumplimiento. Revisar y actualizar regularmente estas políticas para alinearlas con las necesidades regulatorias y empresariales cambiantes.
Implementar Controles de Acceso: Restringir el acceso a los datos archivados solo al personal autorizado. Implementar mecanismos robustos de autenticación y autorización para asegurar que solo individuos autorizados puedan acceder y recuperar información archivada.
Encriptar Datos Archivados: Encriptar los datos archivados añade una capa adicional de protección, previniendo el acceso o robo no autorizado. Usar algoritmos de encriptación fuertes e implementar prácticas adecuadas de gestión de claves para proteger los datos archivados.
Probar Regularmente los Sistemas de Archivado: Periódicamente probar los sistemas y procesos de archivado para asegurar su efectividad e integridad. Realizar simulacros de recuperación para verificar la disponibilidad de datos y validar los procedimientos de recuperación.
Monitorear y Auditar las Operaciones de Archivado: Implementar mecanismos de monitoreo y auditoría para rastrear actividades de archivado, detectar cualquier anomalía o acceso no autorizado y asegurar el cumplimiento con las políticas de archivado. Revisar regularmente los registros de auditoría para identificar y abordar cualquier posible problema de seguridad.
Siguiendo estas mejores prácticas, las organizaciones pueden establecer procesos de archivado robustos que aseguren la seguridad, integridad y disponibilidad de sus datos archivados mientras cumplen con los requisitos regulatorios y de cumplimiento.