La estructuración, también conocida como "smurfing", es una técnica de lavado de dinero en la que individuos o grupos dividen grandes cantidades de efectivo en depósitos o transacciones más pequeñas para evitar activar los requisitos de reporte de las instituciones financieras. Esta práctica engañosa tiene como objetivo ocultar la fuente ilegal de los fondos e integrarlos en el sistema financiero legítimo.
La estructuración implica la división estratégica de grandes sumas de dinero en transacciones o depósitos más pequeños, cada uno por debajo del umbral de reporte establecido por las instituciones financieras. El umbral de reporte es la cantidad de dinero que desencadena el requisito de que las instituciones financieras informen la transacción a las autoridades correspondientes. Al realizar múltiples transacciones por debajo de este umbral, los delincuentes pueden evitar la detección y el escrutinio.
Para oscurecer aún más el origen de los fondos, las personas involucradas en la estructuración pueden utilizar múltiples cuentas, en diferentes instituciones financieras o sucursales. Esto crea una red compleja de flujo financiero, haciendo que sea un desafío para las autoridades rastrear la fuente de los fondos.
La estructuración tiene como objetivo legitimar el dinero obtenido ilegalmente canalizándolo a través de varias cuentas y sistemas financieros. Una vez que los fondos se integran en el sistema financiero legítimo, parecen más legítimos y menos sospechosos.
Es importante tener en cuenta que la estructuración en sí misma es ilegal, independientemente de la fuente de los fondos. Incluso si los fondos se obtienen legalmente, realizar intencionalmente transacciones de una manera que busque evadir los requisitos de reporte se considera un delito penal.
Prevenir la estructuración puede ser un desafío significativo, pero hay varias medidas que las instituciones financieras y las personas pueden tomar para mitigar los riesgos asociados con esta técnica de lavado de dinero. Aquí hay algunos consejos de prevención:
Políticas Robusta Contra el Lavado de Dinero (AML): Las instituciones financieras deben implementar políticas AML fuertes que incluyan procedimientos integrales para el reporte y monitoreo de transacciones. Estas políticas deben cumplir con los requisitos regulatorios y considerar las últimas tendencias y técnicas utilizadas por los delincuentes.
Monitoreo de Patrones Sospechosos: Las instituciones financieras deben monitorear regularmente las transacciones en busca de patrones sospechosos que puedan indicar estructuración. Esto se puede hacer a través de análisis de datos avanzados, que pueden identificar comportamientos transaccionales inusuales y patrones que merecen una inspección más cercana.
Educación y Capacitación de Empleados: Educar a los empleados sobre los signos de estructuración y proporcionar capacitación sobre cómo identificar y reportar actividad sospechosa es crucial. Los empleados deben estar al tanto de los umbrales de reporte y la importancia de cumplir con las políticas AML.
Fomento de los Pagos Electrónicos: Promover el uso de sistemas de pago electrónico, como transferencias bancarias o pagos digitales, puede ayudar a reducir el anonimato asociado con las transacciones en efectivo. Los pagos electrónicos dejan un rastro digital que puede ser fácilmente monitoreado y rastreado, dificultando que los delincuentes se involucren en la estructuración.
Al implementar estas medidas de prevención, las instituciones financieras y las personas pueden contribuir a la lucha contra la estructuración y ayudar a mantener la integridad del sistema financiero.
Términos Relacionados